El amor en tiempos de merenderos. Por.- Viviana Martinez.

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En un lugar donde los sueños son necesidades básicas, donde el amor es el principio de todo, es la base de la construcción, en un humilde lugar situado en un barrio llamado Las Tejas, sobre predios que fueron tomados por numerosas familias, nace una linda historia de amor que va más allá de dos personas.

Un amor tan grande como los terrenos que se van poblando, sobre un par de tablones, un par de bancos, algunas cubiertas pintadas con ilusión, nace EL MERENDERO DE LOS PIBES, donde acuden tres veces por semana en busca de su taza de leche acompañada, tal vez de algunas galletas, algún budín, algo que acompañe a 60 panzitas con enormes sueños.

El merendero nace de la necesidad que Daniel (33) junto a su esposa Yael (23), proyectan para su pequeño hijo y para un futuro mejor para los mas de 100 niños que conviven en los terrenos, sobre predios que llaman La Toma (lleva poco mas de dos años) y El barrio Viejo (lleva algo mas de veinte ).

El merendero esta en el limite de ambos predios, lo que dificulta, además de la puesta precaria del mismo, la convivencia de estos pibes, que como en cada barrio hay diferencias, (inclusive la disputa de a quienes  pertenece cada lote, se sufren amenazas, inseguridades de todo tipo) ellos tratan de integrar, en un trabajo muy difícil de llevar acabo.

Con alguna actividad distinta, algún que otro domingo, llamada “Jornada de pizzas” o “Guiseada Comunitaria” siempre esperan a los pequeños y en mas de una ocasión a sus familias.

No siempre los encuentros terminan siendo tranquilos, ya que para mantener el orden siempre esta gendarmería de cerca, en algunos casos, a los pibes que llegan a edad de rebeldía , traen ciertas incomodidades y para evitar estos momentos y no sentirse tan solo Daniel piensa en llevar el merendero hacia el centro mismo de La Toma, donde tomaría otro color, allí con el apoyo de todos los vecinos proyecta llevar a cabo algo así como un Centro Cultural, donde además de darles algo que satisfaga su estomago también alimenten sus sueños, sus esperanzas, tales como talleres y espacio de jornadas escolares.

Para ello Daniel se ha contactado con Acción Social buscando algún respaldo desde lo material a la contención del proyecto, cosa que hasta hoy no pasa.

Cabe destacar el inmenso amor que Daniel vuelca en mejorar el predio, ya que en la búsqueda de  mejorar la calidad de vida, junto a un vecino colocaron los postes y cableados como corresponde para que la electricidad llegue a cada casa, logrando así poner luz en cada habitante de esta Toma, luz que enciende la esperanza que en algún momento sea legalizada la Toma, que figuren dentro del mapa, por que están a los ojos y las miradas de los cientos de vehículos que pasan a altas velocidades por la calle donde se puede divisar al merendero, lejos de disminuir el velocímetro antes la presencia de los pibes, buscan llegar mas rápido a la subida de la autopista.

La idea del merendero espacio cultural de los pibes, va mas allá del aporte del municipio, los vecinos mismos son los que están buscando la forma de llevarlo acabo, el amor a este sueño no decae, antes las problemáticas económicas ni sociales en la que se encuentra, una acción admirable y hasta envidiable, para los que ante una negativa renuncian al amor, a las esperanzas, a los sueños…

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