El precio de los alimentos aumentó 9,8% en febrero

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El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) señaló que, solo en febrero, el precio de los alimentos aumentó el 9,8 por ciento en el Gran Buenos Aires. Desde que asumió Alberto Fernández el precio de la «Canasta Básica de Alimentos» se incrementó el 154 por ciento.

El precio de los alimentos aumentó 9,8 por ciento en el Gran Buenos Aires durante febrero. El dato se desprende de un relevamiento realizado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), en 650 comercios de cercanía del conurbano bonaerense. Los valores consignados por el Isepci confirman que la inflación está fuera de control y advierten que las políticas de precios cuidados no llegan a los almacenes de barrio.

El estudio del Isepci señala que el rubro de frutas y verduras encabezó la suba del precio de los alimentos en febrero con un 10,37 por ciento; los productos de almacén se incrementaron 9,66 por ciento y el precio de la carne subió un 9,7 por ciento. El relevamiento concluye que una familia de dos personas adultas y dos hijas o hijos pequeños en enero necesitó 33,685.25 pesos para cubrir sus alimentos y en febrero esa suma escaló a 36,986.91 pesos. El mismo grupo familiar tipo, para cubrir gastos básicos como salud, educación, transporte, energía y otros gastos indispensables —que sumados a la alimentación conforman la Canasta Básica Total (CBT)— precisó en enero 79.60.34 pesos y un mes después, 84.702,02 pesos.

En enero, el Indec registró un alza mensual del 3,9 por ciento y una variación interanual de 50,7 por ciento en cuanto a precios en el país. La suba del precio de alimentos y bebidas no alcohólicas (4,9 por ciento) fue —según el organismo oficial— la de mayor incidencia en todas las regiones. Lo más relevante del informe fue el incremento en verduras, tubérculos y legumbres, donde se destacaron el tomate, la lechuga, la papa y la cebolla, entre otras. También sobresalió el alza en frutas, especialmente el limón y la naranja.

Las cifras correspondientes al Gran Buenos Aires reveladas por el Indec igualaron la media nacional (3,9 por ciento) pero las superaron en el decil de alimentos y bebidas no alcohólicas (5,2 por ciento). Para el Isepci en enero los precios de los alimentos aumentaron en promedio 5,76 por ciento.

El Instituto afirma que «las cifras de inflación que el Indec dio a conocer en enero y que muy probablemente replicará la semana próxima cuando comunique el dato de febrero —según los privados, volvería a ubicarse en torno al 4 por ciento— dejan nulo margen para que el primer trimestre cierre con un nivel de suba de precios inferior al 10 por ciento».

El monitoreo sobre el precio de los alimentos en febrero realizado por Isepci se llevó a cabo sobre 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en 650 comercios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense. A partir de este relevamiento, el organismo confecciona su Índice Barrial de Precios.

Una inflación del 154% desde que asumió el actual Gobierno

Cuando asumió la presidencia Alberto Fernández el valor de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para cuatro personas alcanzaba los 14.541,78 pesos. Veintiséis meses después (en febrero pasado), el mismo conjunto de productos costó 36.981,91 pesos. Es decir: tuvo un incremento de 154,34%. El dato es aportado por el Isepci en base a sus monitoreos.

Causas de la inflación y falta de soluciones a la vista

«En los últimos tiempos el oficialismo agita fuertemente las banderas de la ‘multicausalidad», señalan desde el Isepci, pero no advierten soluciones concretas. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó la inflación refiriéndose a «la estructura productiva», que mantiene un esquema de producción y exportaciones «poco diversificado y con poco valor agregado». A su vez, el funcionario —que encabeza las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional— advirtió que Argentina necesita «ir cambiando su perfil productivo y poder tener una canasta exportadora diferente con el valor de las exportaciones y las cantidades exportadas creciendo para que no haya problemas de falta de dólares».

Para el Isepci este cambio estructural, que no fue encarado ni por este Gobierno ni por los que le precedieron, requeriría unos cuantos años. «¿En el marco de una inflación que escala sin freno qué hacemos mientras tanto?», se preguntan.

La segunda causa, en la que acuerdan Guzmán y el FMI, se refiere a la emisión monetaria. El objetivo es disminuirla. El entendimiento con el FMI aplica un riguroso cronograma de restricciones que limitarán las posibilidades del gasto público. Frente a este diagnóstico, el Isepci cuestiona: «Si los cambios estructurales son de mediano y largo aliento, ¿la reducción de la emisión monetaria y el déficit fiscal vuelven a ser el la herramienta principal?».

La tercera causa que encontraron el Gobierno y el staff del FMI es que «hay un problema de expectativas en una sociedad que ha tenido que convivir por tanto tiempo con problemas inflacionarios. Por eso es tan importante que se puedan alcanzar acuerdos de precios que funcionen como un ancla más». Respecto a la política de acuerdo de precios, el Isepci advierte que «en ningún caso tuvieron un efecto real y nada indica que ahora si lo tendrían».

Por otro lado, la organización advierte: «Los precios cuidados no están en los negocios de los barrios y, a pesar que el Gobierno había afirmado que esta vez el listado incluiría productos frescos, nuevamente estuvieron ausente rubros como verduras, frutas y carnes».

Foto principal: Geronimo Molina / Subcoop

Gentieleza de: TierraViva

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