Una pieza teatral para piano y voz que plasma en escena (a través del jazz, la danza butohy la actuación) un cuerpo que se entrega intensamente a la experiencia lúdica de ser transformado, deformado, movilizado, arrastrado, fusionado, tocado, erotizado, temido y abandonado por el Amor.
Aguapé del Mississippi fusiona un repertorio inusual de jazz y blues (jazz de diferentes compositores y blues anónimos) con textos inspirados en el universo de Las palmeras salvajes de William Faulkner, poemas de Maiakovski y relatos de Marguerite Duras.
La actriz, bailarina y cantante, guiada por la música en vivo del pianista Lucas Herrera, transita estados impredecibles y sorpresivos característicos de un amor romántico. Un amor de gran intensidad pero insostenible en el tiempo.
El espectador verá la transmutación de un dolor inexplicable en música y actuación a través del cuerpo de la actriz y el canto. La canción es el mensaje oculto que proyecta hacia adelante la infinita, incompleta y siempre contradictoria actitud de narrar la verdad de los hechos. Por eso, ahí donde hay catarsis es necesaria la expiación en sentido positivo: la expiación del pasado es la esperanza del futuro.
Piano: Lucas Herrera.
Dramaturgia y dirección: Lucía Rosso.
Asistencia: Malena Salicrú.
Supervisión artística: Cristina Banegas.
Producción: Silvina Gonzalez.
Arreglos y composición: Lucas Herrera.
Entrenamiento en Butoh: RheaVolij.
Entrenamiento en canto: Nora Faiman.
Diseño de luces: David Seiras.
Supervisión de imagen: Eugenia Mosteiro.
Producción audiovisual: Mariano Leguizamon.
Realización escenográfica, diseño gráfico y fotografía: Lautaro Parada.